¡QUE ODIOSAS SON LAS COMPARACIONES!

*Por Megafon

Mientras en Quequén, provincia de Buenos Aires, el Gobierno Nacional inauguraba la escuela número 1378 (sí, mil trescientas setenta y ocho) desde el año 2003, en la Ciudad de Buenos Aires alumnos, docentes y padres profundizan las protestas por el cierre de cursos dispuesto por el Ministerio de Educación del Gobierno de Macri.

Frase gastada si las hay debe ser la de nuestro título, pero nunca tan bien usada como cuando la ponemos en función de comparar gestión entre un gobierno que avanza, trabaja, proyecta y construye un país todos los días y otro gobierno que desarticula lo público en cada acción política que aplica.

Nos cuesta encontrar una redacción para editorializar este mamarracho, porque reconocemos que caemos en las comunes y fastidiosas frases cargadas de quejas, impotencia y aburrimiento reiterado de cada una de nuestras anteriores y las anteriores de las anteriores y las de más atrás también.

Vamos por el segundo período de desgobierno de Macri.

Toda la administración hace agua: salud, educación, desarrollo social, obras públicas, seguridad, vivienda, transporte público, por donde busquemos y por donde no busquemos encontramos enormes agujeros.

El Borda lleva un año sin gas y para mostrar cuánto le interesa el tema, el Ejecutivo acaba de “intervenir” el hospital.

Las escuelas, que no sobran de acuerdo a la demanda manifiesta, cierran cursos en lugar de construir nuevos centros educativos.

Que no llueva y granice y el viento vuele techos de chapa en un fin de semana largo porque los damnificados (siempre los de menos recursos) deberán esperar que los funcionarios a cargo regresen de sus “merecidas vacaciones” para que, indignados por los reclamos que recibieron por sus ausencias, aparenten ocuparse del tema.

Si Ud. viaja en subte, ya sabe, el gobierno porteño aumentó las tarifas pero a cambio no aceptó hacerse cargo de sus costos, sus empleados, sus inversiones, sus obras y sus servicios. Bueno, después de todo, los psicólogos siempre calmaron mis ansiedades con la frase “agudice sus contradicciones”.

No hay, en la ciudad más habitada del país, política habitacional.

Si hablamos de seguridad, contamos con la Metropolitana, para nada.

Me aburro. De verdad me aburro de escribir sobre lo mismo cada vez que retomo la vergüenza que nos da vivir gobernados por Macri. Tengo la interna sensación de haber perdido la creatividad cuando releo las notas. Pero otra vez hecho mano a tanto diván y me digo “no sos vos, es él”.

Por eso, insistir en que las comparaciones son odiosas, no es redundar sobre lo mismo, es hacer una objetiva, detallada y generosa lectura de la realidad de dos gobiernos, contemporáneos entre sí, pero distanciados en política.

Y cuando además comparamos resultados, no podemos dejar de distinguir, al mismo tiempo, el objetivo y el objeto de la política de cada uno.

Es así nomás, como decía mi abuela “las comparaciones son odiosas” y considerando la que estamos haciendo ahora, agrego “algunas, son absolutamente inútiles”.



Estudiantes, docentes y padres del colegio secundario Comercial 15 cortaban el cruce de la avenida Entre Ríos e Independencia, en el barrio porteño de Balvanera, en protesta por el cierre de cursos, dispuesto por el ministerio de Educación Porteño.

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