FIN DE LA "PESADA HERENCIA"

*Por Alejandro Grimson

Se cumple un año del gobierno de Mauricio Macri y el antropólogo, Alejandro Grimson, propone analizar algunos hitos centrales de la gestión Cambiemos para realizar un balance. Aumento de la pobreza, pago a los fondos buitres, eliminación de las retenciones al agro y devaluación del dólar, son algunos de los temas más relevantes. Para Grimson, Macri tuvo un mejor desempeño político que económico durante 2016.

En campaña el presidente Mauricio Macri dijo: “Ya el general Perón decía que por lo menos cada argentino tiene que producir lo mismo que consume, como un parámetro mínimo. Entonces, ahí está la verdad. Ahí está el compromiso y ese proceso comenzó y cada día vamos a estar un poco mejor”. Esta frase de Macri va a pasar a la posteridad, en el sentido de que los argentinos tienen que pensar si en estos 365 días estamos cada día un poco mejor o cada día un poco peor. Es una pregunta que nos ordena cualquier balance que querramos hacer de este gobierno que –según dijeron– nunca quiso ajustar la economía. En este sentido, Macri aseguraba en el último debate presidencial: “Nosotros realmente creemos que hay que desarrollar la economía, que hay que expandir la economía, no ajustar. Yo no he hablado nunca de ajustar”.

Este es un punto fundamental para empezar a analizar la gestión. El de Macri es un gobierno que le dio prioridad a la pobreza: aumentó la cantidad de pobres a toda velocidad en más de un cuatro por ciento en pocos meses.

Otro tema es el pago a los fondos buitres. Era algo angustiante en el día a día de los argentinos y el gobierno pagó, y creyó que con eso iban a llover las inversiones. Y lo que llovió fueron los préstamos para un endeudamiento que creció exponencialmente.

El tercer tema, por el cual los argentinos no podían dormir, era el de las retenciones a las exportaciones. Era un drama de la gente más pobre, de los más humildes, y el gobierno las eliminó o las redujo, y esperó otra lluvia. Ahora la Sociedad Rural ha conseguido la libertad de comercio que siempre quiso pero pide que el estado le suba el dólar. Es decir: un poquito de libertad por acá, un poquito de estado por allá.

Cuarto punto para analizar es el dólar. Ese sí, realmente, es un tema que siempre nos preocupa a los argentinos. Porque el dólar en Argentina es una suerte de oráculo. Los pueblos tienen sus oráculos y les hacen preguntas para saber sobre el futuro. Esos son algunos de los temas que estudiamos los antropólogos. Los argentinos cuando queremos saber algo sobre el futuro miramos al dólar. Y le preguntamos al dólar: “¿Cómo va a estar el futuro?”. Cuando el dólar se está llendo para arriba la respuesta del oráculo es mmm… Quizá los más jóvenes no lo recuerden pero hubo una época, cuando era el uno a uno, que no había oráculo porque lo habíamos eliminado. Vos le preguntabas y el dólar siempre te decía: “uno a uno”. “Pero, ¿el futuro? Quiero saber sobre el futuro”, le decías. “Uno a uno”, respondía. Entonces, inventamos otro oráculo que se llamaba Riesgo País. ¿Qué hizo el gobierno? Devaluó en un orden del 50 por ciento y el dólar se quedó mudo todo un año, y sólo ahora se está desperezando, quizá un poquito con Trump, quizá un poquito con otras cosas, se está empezando a mover.

Quinto punto: el Norte. Parecernos cada vez más al Norte. Para eso necesitás otro tipo de Campaña del Desierto porque otro genocidio es inviable. Sería un genocidio cultural, que es creernos en el primer mundo viviendo en el cuarto.

Otra cuestión central para el balance del gobierno es que –hablando de parecernos al Norte– el presidente había prometido llevar la inversión en Ciencia y Tecnología al 1, 5 por ciento del PBI. Al respecto, Macri decía antes de ganar las elecciones: “Convoco a nuestros científicos y al buen trabajo en el CONICET para que tenga un mayor impacto social. Jamás he estado en contra de esto. Es lo que siempre he rescatado de este gobierno”.

Los países industrializados tienen una alta inversión en Ciencia y Tecnología, no porque les gusta sino porque es la única forma de generar procesos de industrialización y desarrollo. Cuando no querés industrializar no tiene mucho sentido tener Ciencia y Tecnología. Este año entraron un 60 por ciento menos de jóvenes al CONICET. Estamos frente a una verdadera masacre de jóvenes científicos pero muy prometedora para Argentina, en términos de aumentos de las exportaciones. ¿Por qué, qué vamos a exportar ahora? Vamos a exportar Doctores. Producís un tipo de Doctor, que tiene varias decenas de dólares de inversión y cuando lo exportás el Estado recibe cero pesos. Negocio redondo para los países del primer mundo que importan los Doctores argentinos.

Estamos en el desierto, después de las lluvias esperadas, en una sequía total de inversiones. Esto no tiene nada de graciosos porque el gobierno realmente creía que con la libre venta de dólares, la eliminación de las retenciones y el pago a los buitres la economía iba a arrancar y no arrancó. Este año cayó un 2 por ciento el PBI y bajaron las exportaciones. Si hay un área en el que le fue pésimo a este gobierno fue en la economía.

Llamativamente en política le fue mejor. Ni si quiera cayó en las encuestas todo lo que uno hubiera podido esperar en función de las medidas económicas que tomó. ¿Por qué un gobierno que ha tomado estas medidas económicas tuvo logros políticos? Para responder esta pregunta debemos no hacer el análisis político según nuestros deseos. Ser crudos. Tratar de entender algunas verdades.

Primero. Es cierto que este es un gobierno que tiene un programa económico con aire de familia con todos los programas neoliberales del pasado. Ya lo dijo Lavagna. Sin embargo, a diferencia por ejemplo de 1976 está encabezado por dirigentes que quieren hacer política. Y que hacen política. Saben ganar elecciones. Y saben gobernar con minoría en ambas cámaras.

Pudo aprobar todas sus leyes porque supo negociar y alimentar la fragmentación de la oposición. Hay quienes creen que las razones de la fragmentación son morales, pero en realidad son políticas. En general, una derrota electoral genera dispersión.

Segundo, una buena parte de los gobernadores tiende a acordar con cualquier oficialismo. El error era considerarlos kirchneristas o nacional populares porque acordaban con el kirchnerismo que también buscó construir mayorías parlamentarias. Lo novedoso es que los planes neoliberales se negocien uno por uno. Y avancen.

Con el año de gobierno llega una mala noticia para el gobierno. El relato de la “pesada herencia” va a tener cada vez menor pregnancia el año que viene. Es difícil que si te quedás sin luz en las próximas semanas pienses mucho en el gobierno anterior. Por eso, el espíritu que se retiró en Chapadmalal fue el espíritu de la pesada herencia y ni una gotita de miel de aquella luna inaugural queda en el frasquito.


Fuente: El Ortiba

*Esta columna fue emitida originalmente el día martes 6 de diciembre en el programa de radio “Siempre es Hoy” en Radio del Plata. Aquí se puede escuchar completa:
https://radiocut.fm/audiocut/alejandro-grimson-siempre-es-hoy-radio-del-plata-1359/

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