¿COMO LOGRÓ PERÓN TRANSFORMAR EL ODIO EN VOTOS?


*Por Araceli Bellotta


​El 1º de julio de 1974, a las 14.05, se informó por cadena nacional que hacía menos de una hora había fallecido el presidente de la República, Juan Domingo Perón.

La noticia, aunque esperada, conmocionó a los argentinos.

Hacía menos de un año, el 62% de los ciudadanos lo había elegido Primer Mandatario por tercera vez.

​¿Cómo logró Perón concitar semejante adhesión, después de que 19 años antes había sido desalojado del poder, con el apoyo de buena parte de la población que, sin embargo, tras su regreso decidió votarlo?

​El mismo lo respondió en su casa de Puerta de Hierro, en Madrid, el 8 de octubre de 1972, día de su cumpleaños, mientras departía con un grupo de periodistas argentinos que lo entrevistaron en vistas de su inminente retorno.

“Señor – le preguntó Enrique Llamas de Madariaga- de acuerdo a los acontecimientos que se viven en el país y si usted volviera a ser presidente de los argentinos, ¿en qué tiempo prevé que nuestro país puede encaminarse a una solución económica o principio de solución?”.

Perón contestó: “Vea, en esto el país es una empresa individual amplificada. Y las empresas, cuando hacen buenos negocios, se enriquecen; cuando hacen malos negocios, se funden.”

“El país no escapa a esa regla fundamental de la economía.”

“Si el país se organiza y comienza a trabajar metódicamente, no creo que necesite mucho tiempo para estar en condiciones, por lo menos, de funcionar en una economía de abundancia y no en una economía de miseria como está viviendo”.

“¿Por qué? –continuó-.

Porque en 1955 nosotros dejamos una estructura financiera que no permitía la descapitalización del país, ni la evasión de capitales, ni se iban los servicios financieros fabulosos a que estaban acostumbrados los imperialistas.

Dejamos una economía organizada, con una economía estatal perfectamente equilibrada, sin déficit en ninguno de los diez ejercicios que nosotros cerramos; una economía popular donde la gente podía vivir en un clima de felicidad y de tranquilidad.

Estos `señores libertadores´, llegaron en 1955, destruyeron toda la estructura financiera, destruyeron la organización económica y no hicieron nada para reemplazar a eso.

Porque si no les gustaba porque era justicialista, hubieran suprimido lo justicialista pero creado otro sistema.

No, éstos no crearon nada.

Entonces, en un país donde se rompen las estructuras y no se las reemplaza, ¿qué puede venir?

El caos, y eso es lo que ha venido: el caos”.

A su turno, Jorge Conti lo indagó: “En el caso de que usted sea Presidente, ¿qué pasaría con aquellos que en la Argentina no son peronistas?

“¿Qué les pasó cuando nosotros llegamos al gobierno?” –respondió Perón-.

“Los que no eran peronistas, si eran pobres, se los igualó en la condición social sin preguntar quién era quién.”

“Y los ricos, que eran nuestros peores enemigos, ganaron durante mi gobierno diez veces más que lo que ganaban en los gobiernos anteriores”.

“Entonces Perón les conviene a los ricos” -bromeó Llamas de Madariaga-.

El general continuó en el mismo tono irónico: “Me imagino, y hay muchos que lo están lamentando, porque por esta casa pasan muchos…”.

Por último, cuando le pidieron una definición sobre la posibilidad de su candidatura, aseguró: “Nosotros somos hombres de un movimiento y de un partido, y será lo que ellos decidan en el futuro.”

“Siempre se ha dicho que ese movimiento hace lo que yo quiero, en parte es cierto, pero yo también hago lo que él quiere, y eso es lo que no se dice.”

“Ese movimiento es el pueblo, y yo siempre he hecho lo que el pueblo quiere, no he gobernado para ningún otro interés que no sea el interés del pueblo”.

​Y el pueblo le creyó.

El 23 de septiembre, la fórmula Balbín- De la Rúa obtuvo el 24,42% de los votos.

Perón llegó a la Casa de Gobierno con el 61,85% de los sufragios.




Fuente: -Reportaje a Juan D. Perón por Enrique Llamas de Madariaga. 8 de octubre de 1972. Puerta de Hierro. Madrid. Copia en archivo personal de Araceli Bellotta.

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